NICOLAS MAQUIAVELO
Nicolás Maquiavelo nació en el
pequeño pueblo de San Casciano in Val di Pesa, a unos quince kilómetros de Florencia el 3 de mayo de 1469, hijo de Bernardo Machiavelli (abogado
perteneciente a una empobrecida rama de una antigua familia influyente de
Florencia) y de Bartolomea di Stefano Nelli, ambos de familias cultas y de
orígenes nobiliarios pero con pocos recursos a causa de las deudas del padre.
Entre 1494 y 1512 Maquiavelo estuvo a cargo
de una oficina pública. Viajó a varias cortes en Francia, Alemania y otras ciudades-estado italianas en misiones
diplomáticas. En 1512 fue encarcelado por un breve periodo en
Florencia, y después fue exiliado y despachado a San Casciano. Murió en Florencia en 1527 y fue sepultado en la Santa
Cruzeditar
Biografía detallada
Su vida podría ser dividida en
tres periodos; cada uno de ellos representa en sí mismo la historia de
Florencia. Su juventud coincidió con la grandeza de Florencia como potencia
italiana, bajo el mandato de Lorenzo de Médici, El Magnífico. La caída de los Médici en Florencia ocurrió en
1494, el mismo año en el que Maquiavelo se integraba en el servicio público.
Durante su carrera como oficial, Florencia fue libre bajo el gobierno de una
república, la cual duró hasta 1512, cuando los Medici regresaron al poder, y
Maquiavelo perdió su puesto. Los Medici gobernaron Florencia desde 1512 hasta
1527, cuando fueron nuevamente retirados del poder. Este fue el período de
actividad literaria de Maquiavelo, y también de su creciente influencia; sin
embargo, murió a semanas de la expulsión de los Medici, el 21 de junio de 1527,
a los cincuenta y ocho años, sin haber recuperado su cargo.
Juventud
Aunque se tienen pocos registros
de la juventud de Maquiavelo, la Florencia de aquellos días era tan bien
conocida que es fácil imaginar el ambiente en el que el joven ciudadano se
desenvolvía. Florencia era una ciudad con dos corrientes opuestas, una
representada por el austero GirolamoSavonarola y la otra por Lorenzo, amante del esplendor.
Aunque el poder de Savonarola sobre las fortunas florentinas era inmenso, no
parece haber sido muy importante para Maquiavelo puesto que sólo lo menciona
en El
Príncipe como
un malogrado profeta desarmado. Por otra parte, la magnificencia del mandato de
Lorenzo impresionó fuertemente a Maquiavelo, llegando incluso a dedicar El Príncipe al nieto de Lorenzo.
Maquiavelo fue considerado uno de los grandes escritores en su colegio. Era un
escritor y fue un militar muy reconocido que influyó en el humanismo.
Servicio Civil
En el segundo periodo de su vida
surgió en el servicio militar Libre de Florencia, la cual pasó de la expulsión
de los Médici en 1494cuando Maquiavelo tenía 25 años, y duró hasta el
regreso de los Médici (familia que posee mayor poder económico en Florencia),
en1512. Después de servir cuatro años en una oficina
pública como secretario, fue nombrado Canciller y Secretario de la Segunda
Cancillería. Tomó un rol importante en los asuntos de la república, habiendo
quedado sus decretos, sus registros y sus despachos para guiarnos, así como sus
propios escritos. Pese a que tuvo posiciones altas en el panorama público y
político, él las evitaba ya que aceptaba cualquier tipo de trabajo a cambio de
poco sueldo.
Su primera misión fue en 1499, para Caterina Sforza. "Mi dama de Forli"
en El Príncipe, de cuya
conducta y suerte, Maquiavelo extrajo la moraleja: de que es mejor ganar la confianza de la gente que confiar en la fuerza.
Será un concepto muy importante para Maquiavelo, y es señalado en muchas formas
como de vital importancia para aquellos que quieran ostentar el poder.
En 1500 fue enviado a Francia para convencer a Luis XII la conveniencia de
continuar la guerra contra Pisa. Será éste el rey que, en su
política con respecto a Italia, comete los cinco errores capitales del poder
resumidos en El Príncipe.
La vida pública de Maquiavelo
estuvo enmarcada en sucesos surgidos por la ambición del papa Alejandro VI y de su hijo, César Borgia, el duque Valentino; ambos
personajes ocupan un gran espacio en El Príncipe. Maquiavelo no vacila en citar las acciones del
duque en beneficio de los usurpadores que quieren quedarse con los estados que
conquistan; de hecho, Maquiavelo no encuentra mejores preceptos que enseñar que
los patrones de conducta de César Borgia. Por ello, para algunos críticos,
César es el "héroe" de El
Príncipe. Aun así, el duque es señalado en El Príncipe como el tipo de
hombre que crece con la fortuna de otros, y cae de la misma manera; quien toma
el rumbo que podría esperarse de cualquier hombre prudente, excepto el curso
que lo salvará; quien está preparado para todas las eventualidades, excepto
para la que finalmente llega; y quien, cuando sus habilidades le son
insuficientes para solucionar un problema, exclama que no ha sido su culpa,
sino la de una extraordinaria e imprevista fatalidad. César Borgia también era
un gran humanista y contrató a Leonardo Da Vinci para que le realizara
varias pinturas. En diversas ocasiones, Maquiavelo coincidió con Leonardo,
manteniendo con él largas conversaciones.
A la muerte de Alejandro VI, en 1503, Maquiavelo fue enviado a observar la elección del
sucesor, y ahí se da cuenta de las maniobras de César Borgia para forzar la
elección de Giuliano delleRovere (Papa Julio II), que era uno de los cardenales
que más temían al duque. Maquiavelo, al comentar esta elección, dice: que aquel
que piense que los favores harán que los grandes personajes olviden ofensas
pasadas se engaña a sí mismo. Y así, Julio II no descansó hasta ver a César en
la ruina.
Precisamente fue con Julio II con
el que Maquiavelo cumplió su encargo en 1506, al mismo tiempo que el pontífice comenzaba su
cruzada en contra de Bolonia; una
campaña que resultó ser solo una más de sus exitosas aventuras, gracias en gran
parte a su carácter impetuoso. Con respecto al Papa Julio II, Maquiavelo nos
presenta las semejanzas que existen entre la Fortuna y las mujeres. Y concluye
que el osado, y no el cauteloso, es el que conquistará a ambas.
En 1507 lo destinaron a Alemania como diplomático para parlamentar con
el emperador Maximiliano I sobre las medidas expansionistas que quería adoptar dicho
emperador. Maximiliano, sorprendido por la inteligencia y elocuencia de
Maquiavelo, fue convencido a no invadir territorios italianos y menos aún Florencia, que era la intención que tenía
el emperador. Sobre los alemanes concretamente, Maquiavelo dijo: los alemanes son una grandísima fuerza militar, pero tienen y tendrán
una política muy débil.
El emperador Maximiliano fue uno
de los hombres más interesantes de la época, y su carácter había sido moldeado
por múltiples manos; pero Maquiavelo revela el secreto de las constantes fallas
del emperador cuando lo describe como un hombre retraído, sin fuerza de
carácter, y sin los arrestos necesarios para llevar a cabo sus planes, o
insistir en el cumplimiento de sus deseos.
Otros personajes fueron
estudiados por Maquiavelo. Maquiavelo, por ejemplo, retrató a Fernando II de Aragón como el hombre que conseguía grandes
conquistas bajo el manto protector de la religión, pero que en realidad
desconocía los principios de la piedad, la fe, la humanidad y la integridad;
sin embargo, para Maquiavelo, poco hubiese alcanzado Fernando de Aragón si
alguna vez se hubiese dejado influir por dichos principios.
Los demás años de Maquiavelo en
el servicio público transcurrieron alrededor de los eventos surgidos a partir
de la Liga de Cambrai, formada en 1508 entre las tres grandes potencias europeas y
el papa, con el objeto de destruir a la República Veneciana. Después de la batalla de Agnadello, Venecia
perdió en un día todo lo ganado en ochocientos años. A raíz de esta batalla
surgió un problema entre el papa y Francia, que dejó a Florencia desprotegida y
a merced del papa. Éste impuso el regreso de los Medici el primero de
septiembre de 1512. La consecuente caída de la república provocó el
despido de Maquiavelo del servicio público y el fin de su carrera como oficial
Exilio
Al regreso de los Medici,
Maquiavelo, quien había mantenido esperanzas de retener su puesto bajo el
mandato de los nuevos amos de Florencia, fue despedido por decreto el 7 de noviembre de 1512. Fue apresado y torturado al pertenecer a una
conspiración contra los tiranos Médici, junto con su amigo Giovanni Battaini y
20 personas más. El nuevo pontífice, León X, medió para liberarlo y
Maquiavelo se retiró a su pequeña propiedad en San Casciano in Val di Pesa, a unos quince kilómetros de Florencia. Aquí
malvive talando un bosque de su propiedad junto con unos obreros contratados y
sobrevive con este pesado trabajo. También se dedica a la agricultura y a la
ganadería y convivía con los obreros, con ellos comía, jugaba y hablaba, para
sentirse vivo. Sus amigos de la ciudad le dan la espalda. Pero aunque son los
peores años de su vida, Maquiavelo tiene en las noches su espacio para la
libertad y el bienestar. Cada noche se desvestía de sus vestimentas de trabajo
y se ponía trajes de cuando su servicio civil. Una vez así ataviado leía a Dante, a Petrarca y a Ovidio y fue entonces en aquellas noches solitarias
cuando empieza a dedicarse en cuerpo y alma a la literatura. Logró escribir
ocho libros escritos la mayoría con una prosa ágil y clara entre 1513 y 1525. En una carta a Francesco
Vettori, fechada en diciembre de 1513, dejó una descripción
interesante de su vida en ese período, y un esbozo de sus motivos para
escribir El Príncipe.
Llegó a dar una réplica El Príncipe a los Médicis, pero
estos lo despreciaron. Maquiavelo escribe su segunda obra de más importancia en
su bibliografía llamada Discursos
de la primera década de Tito Livio, donde muestra Nicolás Maquiavelo su
verdadera visión política, describiendo como mejor forma de gobierno una
república y no una monarquía absoluta entre otras cosas más importantes. Luego
realiza Discurso sobre el Arte de
la Guerra y su comedia La mandrágora. Pese a ser años de penuria en
donde su mente sufría, Maquiavelo sacó lo mejor de su talento.
Últimos años
Pese a recibir la amnistía
en 1521, fue falsamente acusado poco después de estar
involucrado en un intento de golpe de estado contra los Médici. De nuevo fue
torturado y apresado, pero por poco tiempo. Una vez liberado, se le encargó que
lograra la liberación de unos trabajadores del gremio de la lana que habían
sido secuestrados por un grupo de malhechores. Maquiavelo logró la liberación y
en pago recibió una buena cantidad de dinero del gremio de la lana. Con una
parte de este dinero compró un billete de lotería y le tocaron 20.000 ducados, con los que pagó diversas
deudas. Pasó a trabajar en la academia humanista de Bernardo Rucellai, traduciendo la obra griega
de Polibio, de la que recogió muchas ideas
sobre el gobierno en una república. El nuevo papa Julio de Médici Clemente VII, lo volvió a acercar a la política y le encargó una obra sobre la Historia de Florencia. Maquiavelo
aceptó y fue pagado con 120 florines, pero fue acusado de ser partidario de los
Médicis (algo absurdo, ya que previamente había sido acusado de preparar un
golpe de estado contra ellos) y de nuevo denostado por la opinión pública.
Murió olvidado e ignorado
en 1527. Su legado tuvo más éxito en siglos posteriores
que en la época en la que vivió, donde la fria y poco religiosa forma de
presentar el gobierno del estado causó gran escándalo. Siempre defendió la
colectividad frente a la individualidad y nunca olvidó la cruenta y única
verdad sobre la política y los gobernantes.
El pensamiento político de
Nicolás Maquiavelo
Aunque Maquiavelo nunca lo dijo,
se le atribuye la frase "el fin justifica los medios", ya que resume
muchas de sus ideas.
Se considera a Maquiavelo como
uno de los teóricos políticos más notables del Renacimiento, pues con su aporte se abre
camino a la modernidad en su concepción política y a la reestructuración
social.
Tradicionalmente, se ha encontrado
una aporía en el pensamiento
maquiaveliano como consecuencia de la difícil conciliación de sus dos obras
principales, los Discursos sobre la primera
década de Tito Livio y El
príncipe.
En los Discursos, Maquiavelo se declara
partidario de la república, partiendo del supuesto de que
toda comunidad tiene dos espíritus contrapuestos: el del pueblo y el de los
grandes (que quieren gobernar al pueblo), que están en constante conflicto.
Para Maquiavelo el mejor régimen es una República bien organizada (toma como
ejemplo la República Romana), aquella que logre dar participación a los dos
partidos de la comunidad para de esta manera contener el conflicto político
dentro de la esfera pública.
Maquiavelo señala, y de aquí la
calificación de bien organizada, que es primordial que en dicha república se
disponga de las instituciones necesarias para canalizar el conflicto dentro de
las mismas sin las cuales la república se desarmaría. Ninguna de las otras
formas de gobierno como la aristocracia, la tiranía, la democracia o la monarquía logran el equilibrio de los
partidos dentro del régimen por lo que son inestables.
Los intérpretes proclives a las
tesis republicanas han pretendido, desde Rousseau, conciliar la contradicción
entre los Discursos y El príncipe considerando que
este último supone un ejercicio de ironía que sencillamente desnudaba a la luz
pública lo que eran las verdaderas prácticas del poder.
Sin embargo, la oposición a la
república que podría inferirse en El
príncipe, debe
tenerse en cuenta que cuando Maquiavelo lo escribe está escribiendo para
mostrar a Lorenzo II de Médici como debe desempeñarse si es que quiere
unificar Italia y sacarla de la crisis en la que se encuentra. Maquiavelo
aclara también que puede existir un hombre cuya virtud política (saber
aprovechar los momentos de fortuna y escapar de los desfavorables) supere a la
república en conjunto pero dicha virtud política morirá con el mortal que la
posea, cosa que no ocurriría en una república bien organizada.
Además de esto, debe recordarse
que el Príncipe presenta analogías con la figura romana y republicana del
dictador, investido de poderes absolutos durante un breve período y teniendo
que rendir cuentas posteriormente ante la república. En este sentido, la
contradicción entre los dos textos principales de Maquiavelo no es tal. Si es
así, entonces el principado y la república deberían ser entendidos como formas
de gobierno subordinadas a la auténtica preocupación política de Maquiavelo: la
formación de un Estado moderno en la Italia de su tiempo.
Maquiavelo entiende que
todo Príncipe debe tener virtud y fortuna
para subir al poder: virtud al tomar buenas decisiones y fortuna al tratar de
conquistar un territorio y encontrarse con una situación (que no fue provocada
por él mismo) que lo ayuda o beneficie conquistar. Aquel príncipe que obtenga
el poder mediante el crimen y el maltrato, siendo éste vil y déspota; debe
entender que una vez subido al poder tiene que cambiar esa actitud hacia el
pueblo. Dándole liberio al pueblo, para ganarse el favor del mismo, ya que al
fin y al cabo estos serán los que decidan su futuro.
Maquiavelo fue además un
auténtico precursor del trabajo de los analistas políticos y columnistas de
nuestros días: “todos estos príncipes
nuestros tienen un propósito, y puesto que nos es imposible conocer sus secretos,
nos vemos obligados en parte a inferirlo de las palabras y los actos que
cumplen, y en parte a imaginarlo” (carta a Francesco Vettori, julio de
1513).
En todo caso, distintos textos
del pensador arrojan luces y sombras sobre la coherencia interna de su obra.
Así, el florentino llega a afirmar no sin ironía que "desde hace un tiempo a esta parte, yo no
digo nunca lo que creo, ni creo nunca lo que digo, y si se me escapa alguna
verdad de vez en cuando, la escondo entre tantas mentiras, que es difícil
reconocerla” (carta a Francesco Guicciardini, mayo de 1521).
Obras
§
Discurso sobre la corte de Pisa, 1499
§
Del modo di trattare i
popolidellaValdichianaribellati, 1502
§
Del modo tenutodalduca Valentino nell'
ammazzareVitellozzoVitelli, Oliverotto da Fermo, etc., 1502
§
Discorsosopra la provisione del danaro, 1502
§
Decennale primo (poema), 1506
§
Retrato de la corte de Alemania, 1508-1512
§
Decennalesecondo, 1509
§
Retrato de la corte de Francia, 1510
§
Discursos sobre la primera década de Tito Livio, 3 volúmenes, 1512-1517
§
Andria, comedia, 1517
§
Dellalingua (diálogo), 1514
§
Clizia, comedia en prosa, 1525
§
Belfagorarcidiavolo (novela), 1515
§
Asinod'oro (poema), 1517
§ Discorsosoprailriformare lo stato di Firenze, 1520
§
Sumario de la corte de la ciudad de Lucca, 1520
No hay comentarios:
Publicar un comentario